Precalienta el horno a 180° grados. Forra el molde para muffins con papel pergamino. Dejar de lado.

Ensambla el crumble. Coloca todos los ingredientes de la migaja juntos en un tazón pequeño. Dejar de lado.

Empieza a preparar los ingredientes húmedos. En una cacerola pequeña, derrite la manteca a fuego lento hasta que se derrita la mitad. Deja a un lado para seguir derritiendo y enfriando. En un tazón mediano, mezcla todos los ingredientes secos.

Mezcla todos los ingredientes húmedos restantes con la manteca derretida, excepto las manzanas, hasta que se combinen uniformemente. Ralla las manzanas como rallarías el queso. Agrega las manzanas y la mezcla húmeda a la mezcla seca y revuelve hasta que se combinen.

Con una cuchara distribuye uniformemente la masa en el molde preparado.

Usando tus manos, mezcla la masa hasta que se forme una cohesión suelta. Cubre los muffins con el crumble. Hornea por 16-18 minutos o hasta que el centro esté firme al tacto. Deja enfriar durante al menos 10 minutos antes de glasear.

Prepara el glaseado. En un tazón pequeño, mezcla todos los ingredientes del glaseado hasta que quede suave. Vierte en una bolsa con cierre hermético. Corta una pequeña esquina del extremo de la bolsa y aplica el glaseado con un movimiento de ida y vuelta. Deja que se endurezca antes de servir o guárdalo en un recipiente ligeramente cubierto, permitiendo que entre un poco de aire, ¡hasta por 4 días!