Mezclar 3 tazas de leche y agua en una cacerola mediana. Calentar a fuego medio alto hasta que hierva.

Agregar la avena cortada, reducir el fuego y cocinar a fuego lento durante 30 minutos hasta que se absorba la mayor parte del líquido y la avena esté espesa. Retirar del fuego y agregar las nueces, la vainilla, el cardamomo y la sal, revolviendo hasta que se integren por completo.

Forrar una bandeja para hornear con papel manteca y extender la avena en una capa uniforme. Dejar enfriar a temperatura ambiente y luego colocar en el refrigerador durante toda la noche o al menos 4 horas.

Cuando esté listo para comer, cortar la avena en 10 cuadrados. Calentar una sartén a fuego medio alto. Agregar un poco de mantequilla en la sartén. Cocinar los cuadrados de avena durante 5 minutos por cada lado o hasta que estén dorados.

Cubrir con fresas, yogur y un chorrito de miel o jarabe de arce (maple). Servir con el vaso de leche de 8 onzas restante.